Los problemas de abastecimiento energético representan una preocupación constante para más de 250 empresas misioneras y son muy pocas las que declaran poder afrontar los costos para mitigarlos. Así lo indica el Sondeo de percepciones sobre Energía en la provincia de Misiones, realizado a 257 empresas e implementada por la Comisión de Comercio y Servicios de la Confederación Económica de Misiones (CEM).
Entre los principales hallazgos sobre las percepciones e incidencias del servicio de energía eléctrica en las empresas misioneras asociadas a la CEM, se destacan:
La frecuencia de los cortes de energía no programados es un aspecto crítico que afecta directamente a la confiabilidad y estabilidad del suministro eléctrico.
Sumado a lo anterior, los cortes de energía dañan equipos sensibles y generan pérdida de producción. También, son obstáculos determinantes en la interrupción de operaciones críticas y la pérdida de datos e información.
Los fallos en la red eléctrica de abastecimiento de EMSA representan el principal motivo de los cortes de energía, evidenciando problemas en la infraestructura y operación de la empresa suministradora de energía-. En segundo lugar, las condiciones climáticas extremas y; en menor medida, los problemas de infraestructura de las distribuidoras locales.
La mayoría de las empresas realizan una calificación neutral del servicio eléctrico. En menor medida pueden observarse grupos de empresas que están “satisfechas” con el servicio (24,51%). Grupos significativamente más reducidos están insatisfechos (16,34%) y muy satisfechos (15,18%).
En cuanto a costos, el empate es casi técnico: un 50,58% de las empresas encuestadas considera que son altos, mientras un 45,91% los califica como razonables.
Existe una clara predominancia de las cooperativas como proveedores de servicios de energía (62,26%), podría sugerir una presencia sustancial de entidades locales y comunitarias en el suministro eléctrico para las empresas encuestadas, organizadas bajo un modelo que en su filosofía -habría que analizar cómo es en la práctica- indica mayor participación y control de las comunidades en la generación y distribución de energía, reflejando posiblemente una preferencia por modelos más descentralizados y orientados a la sostenibilidad.
